"Hay muchos caminos para entender el Amor, el primero se da cuando uno empieza a conocerse, a aceptarse y a entrar en contacto con lo más profundo de uno mismo, es desde alli, donde podemos crear la magia para transformar lo feo en lo más hermoso, lo débil en lo más fuerte, el odio en Amor"

Madhu.

LAS CORAZAS SEXUALES.

Somos personas que conocemos poco nuestro cuerpo, nuestras emociones y nuestras necesidades reales. A veces al cuerpo lo pensamos, lo sentimos como algo que nos estorba, que nos trae problemas. Somos personas dañadas, cada uno trae su mochila y en ella sus heridas, vacíos, amores y desamores, temores y desconfianza.

Esto esta grabado en nuestro disco duro, en nuestro inconsciente. Sin mencionar el ideal como cuerpo perfecto según nuestro lavados de coco por los anuncios de publicidad, que son impactos diarios de una información irreal y dañina.

La coraza corporal es una auto-protección que generamos a raíz de experiencias traumáticas del pasado. A través del tiempo han quedado atrapadas en nuestro tejido muscular, que se va endureciendo para no sentir el dolor que causó aquella experiencia, a la vez esta protección impide sentir el placer.

Estas heridas fueron creando corazas en nuestros genitales, nuestro cuerpo y nuestra alma. La mujer fantasea con el hombre, su romanticismo le lleva a desearlo, pero el desconocimiento de su propio cuerpo y a veces de sus heridas hace que su vagina se endurezca, se tense y que tema el dolor que le produce antes en su mente que en su cuerpo. Muchas veces es un deseo de ser deseada más que en sí el deseo de hacer el amor, si hacer el amor es doloroso, aburrido y rápido el cuerpo sigue grabando en el archivo de experiencias desagradables.

Se produce como una anestesia generalizada del cuerpo especialmente de los genitales.

En el hombre el acorazamiento se da más por los sentimientos de culpa y los miedos infantiles asociados a la masturbación. Generando una coraza en el pene que hace que su tensión mantenida le cause insensibilidad, debido a esto se esfuerza por mostrar su masculinidad requiriendo un doble estimulo para ser excitado, generando mayor tensión y ansiedad. Esta insensibilidad del pene hace que sea muchas veces agresivo e insensible al contacto con la vagina.

La coraza en la mujer se crea por diferentes y variadas causas, cerrando el paso a los estímulos y acercamientos del pene, causados por sentimientos de culpa, por haber deseado y disfrutado el sexo, a ver mantenido relaciones violentas con escaso tacto y cariño, también a raíz de hacer el sexo sin ganas, no conseguir el orgasmo, un aborto no aceptado, un parto, o abuso sexual.

Las corazas se traducen también en actitudes: sentir vergüenza e incomodidad, al hablar de sexo o los genitales. Mostrar su cuerpo o ser contemplado por la pareja….

La coraza es tener el corazón cerrado, con un corazón cerrado no es posible sentir ni el amor ni el placer de amar y ser amado.

Quizás no digamos con la boca no quiero, pero si con el cuerpo, es mucho más fácil abrirnos de piernas que abrir nuestro corazón. Si estoy dañado no puedo entregarme, por parte de la mujer hay la necesidad de cumplir con la pareja y en el hombre descargar la tensión y demostrarse a él mismo y a la pareja que puede, que sabe y que lleva el mando.

Nuestro cuerpo se endurece, se tensa, se crispa. Nos encontramos muchas veces en la intimidad con otra persona sin saber qué hacer, apagamos la luz, la besamos, tocamos con cierta ansiedad su cuerpo y vamos casi de inmediato al coito.

Esto es importante que lo solucionemos. El primer paso es darnos cuenta que en nuestra sexualidad hay cosas que no funcionan; el segundo paso es reconocer que esto me separa, me impide el disfrute de mi vida y mis relaciones; el tercer paso, pedir ayuda a un profesional experimentado en el que confíes.

Madhu.

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