Hay encuentros de cuerpo y de mente, y otros de alma. Los primeros son encuentros con personas que nos puede atraer su olor, el color de sus ojos, su pelo, sus manos o su forma de pensar y hablar, pueden ser personas con las que estamos a gusto, incluso podemos erotizarnos con ellas.
Son relaciones que podemos olvidar o sustituir fácilmente por otras, o seguir con ellas por nuestras carencias, sentirnos solos, vacios, necesitados de afecto y cariño...
Los encuentros sagrados son almas viviendo una realidad humana.
Podemos llegar a un lugar lleno de gente, y ver a esa persona con un brillo especial, nuestros ojos solo le ven a ella, tiene para nosotros una luz distinta a los demás, es como una estrella.
Sentimos su piel sin haber llegado a rozarle, hay sincronía en los movimientos, palabras, cuando uno dice algo coincide con lo que el otro empezó a decir, cuando uno piensa en algo, el otro le responde sin haber hecho falta escuchar la pregunta. Cuando surge el contacto, la piel habla por sí sola, se estremece, es como si se recordaran, como si se conocieran desde siempre, cuando uno se erotiza en silencio, el otro lo sabe sin decirlo, es como si fueran uno solo.
El encuentro de almas no es pensado, no es elaborado. Es espontaneo, fácil, nutre y alimenta el cuerpo, serena la mente y el espíritu.
Son encuentros que traen un mensaje, una oportunidad para un cambio importante en nuestra vida. Es como si llegara un ángel y nos tocara con sus alas para aliviar nuestras cargas, nos despertara llenándonos de entusiasmo y coraje.
Su presencia nos ayuda a ver a dios fuera y dentro de nosotros, plasmado en todas las personas y cosas.
A veces puede ser que se conviertan en tu pareja, otras veces no. Lo cierto que son personas que llevaremos dentro para siempre de una manera especial.
Este verano recibí 3 llamadas y una visita, eran alumnos que querían compartir conmigo que eran muy felices, 2 de ellos habían encontrado en uno de mis cursos a su alma gemela.
Si aun no a llegado a tu vida, mientras llega trata a cada hombre y cada mujer como si fuera y veras las maravillas que dios puso dentro de él o ella.
Yo he tenido la suerte en mi vida de tener varios encuentros sagrados, el ultimo lo tuve este fin de semana, doy gracias a dios por haber sido tocada otra vez por los ángeles y la magia del amor.
Os recomiendo un libro muy hermoso, un Curso de Amor edit. Obelisco
Namasté Madhu
