Para llegar a ser un adulto consciente,al niño se le tiene que educar desde la cuna.
NO ES EDUCAR:
Que los padres se culpen y se traten mal delante de los niños.
Que un progenitor lo consienta todo y el otro sea intransigente.
Que no haya entendimiento y unidad de criterios con normas y límites claros.
Que se utilicen medidas como el chantaje emocional, sentimiento de culpa, súplica, llantina, para que los hijos cambien de comportamiento.
No imites, ni hagas de tus hijos imitaciones de otros. Ellos son únicos y especiales.
Hacerle continuas comparaciones con hermanos, primos, amiguitos, etc....
SÍ ES EDUCAR:
Ayudarle a descubrir lo mejor de sí mismo y potenciarlo.
Orientar su vida en beneficio propio y de los demás (asertividad).
Enseñarle a que sea feliz con lo que le gusta hacer y a disfrutar del presente y de lo que tiene.
Hacerle sentir al niño o adolescente que él también es importante.
Enseñarle a pensar por sí mismo y a tomar decisiones.
Tratarlo como un ser único, valioso e independiente y hacerlo desde la individualidad.
Ayudarle a encarar y aceptar las consecuencias de sus actos.
Asumir con humildad y eficacia la parte de error que les corresponde por las equivocaciones que hayan cometido y poner remedio cuanto antes.
Predicar con el ejemplo, llevar una vida coherente con los valores que se pretenden inculcar a los hijos.
Recuerda: Intentar ser unos padres perfectos produce mucha angustia... aspirar a ser mejores, nos permite progresar y ser unos padres conscientes.
Y si lo necesitas ¡¡NO LO DUDES!! Acude a un especialista que te ayudará a encontrar soluciones.
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